miércoles, 30 de enero de 2013

Y otra vez algo rojo... será que la vida me fascina.

Amigos, si es que me queda alguno viendo este blog (amigos tengo y muy buenos pero hace tanto que no publico nada !) les dejo una pintura de vacaciones, de las pasadas, ahora todavía no he tomado.

En Brasil, Arraial do Cabo disfrutamos con mi marido de una hermosa casa de playa, super sencilla y natural que tiene plantas de Rosa China que me encantan porque es una planta que a mi Madre (Tina) le gustan.

La flor tiene su historia. Mami me contó de su juventud, en la que un pretendiente (si,  así se decía por un hombre interesado en una mujer, dulce no?) que no era un muchacho de dinero, le regalo algo casi imposible de atrapar (creo que como mi madre,  ya que ese muchacho no fue mi padre... ja ja)  UN COLIBRÍ.

El colibrí como sabrán tiene la particularidad de ser inquieto, vuela en forma indescifrable en cuanto a su dirección y es bellísimo. O sea a mi me gusta mucho.

En esa casa de playa venían colibríes a alimentarse de las flores de Rosa China y como me gustan mucho y también me dedico algo a la fotografía, yo luchaba por tomar una buena foto de un colibrí......

Obvio, no pude y Ricardo se reía bastante a mi costa. Así que fiel a mi filosofía de vida,  elegí disfrutar de la lección, y me dije, no puedo fotografiar al colibrí, pero si puedo pintar a la flor.

ROSA CHINA PARA MI MADRE.

Es el nombre de esta pintura que luego fue enmarcada y por supuesto esta en la casa de Tina, mi señora Madre que ama las flores y los pájaros y que mis hermanas y yo amamos.

Ahí va.

Un abrazo a todos.

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